A todos los amigos más cercanos,
a los que acompañaron el vaivén del tránsito de la vida,
a los que supieron estar en el mal trago y posterior y milagrosa recuperación de mi viejo,
a los que acompañaron los cambios, los pesares y mi más reciente, sorprendente, maravillosa, y -muy muy presente- felicidad.
A los que están siempre cerca, en presencia física o en presencia espiritual.
A los amigos nuevos que me llenaron de luz, inspiración y energía de acción.
A los que siempre están de un modo u otro, a los que tienen la paciencia de tenerme como amiga, y a los que saben recibir todo el amor que, sí che, tengo para dar.
A mis alumnitos maravillosos y amados que cada día me convencen de que tengo el mejor trabajo del mundo, y que me colman con su delicadeza espiritual y humana.
A los que son casi como mis hijos.
A mi familia nueva (ustedes entienden muy bien). Por exorcizar los fantasmas que nos separaron tanto tiempo.
-Estoy muy emocionada siempre por saber que están por fin cerca-
Y a los que, como vos (sí vos), supieron transformarme el corazón a ternura, genial música y abrazos.
Te amo, flaco. Así nomás te lo digo.
Nunca alcanzan las etiquetas.
Les deseo Infinita Prosperidad,
Amor (sí, loco, que nos atraviese a todos),
Música (mucha, por favor, porque el mundo NO ARRANCA sin eso),
Proyectos Realizados, Alegrías,
Conciertos,
y mucho mucho Jugar.
Mi Amor completo, mi Gratitud Entera.
Y en 2011 el mejor de los inicios de una nueva etapa de transformación positiva para todos.
Chán, chán.
¡Muchas Felicidades!
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